En 2006, Ensatec, una empresa dedicada a realizar ensayos y controles para otras empresas, me encarga, a través de una agencia, el restyling de su marca, que databa de principios de los 90 y que tenía un aspecto muy desfasado y farragoso.
Ensatec quería una nueva marca, rejuvenecida y clara, pero continuísta con la existente. Mi propuesta limpiaba la marca de líneas innecesarias. Eliminaba líneas y elementos redundantes que ensuciaban y complicaban su lectura. Mantuve el tubo de ensayo como símbolo, pero depuré y abrí sus líneas, creando formas más amables y cercanas, reforzando la la idea de confianza en la compañía.
Creé un logo limpio, abierto y estilizado. Además, su versión horizontal permitía unir el símbolo con el nombre logotipado: el punto que hay dentro del tubo de ensayo representa el objeto de estudio, y de éste sale una línea que se transforma en el propio logotipo, en el propio nombre.
La tipografía de la parte del nombre “ensa” es personalizada, moderna y ligera. El color, en la propuesta, se aleja de los azules apagados originales para sustituirlos por tonos morados y berenjena, más relacionados con la creatividad. Sin embargo, finalmente el logotipo seleccionado se aplicó con los azules originales.
